Fue una jornada agotadora el pasado viernes que tuvimos mi compañera y yo, trabajamos en una tienda de Ripley en una zona céntrica de Concepción, la wea es que como si la gente hubiera tenido un impulso consumista extraño nos exigieron al máximo, antes de terminar nuestro turno tuvimos tanto estrés que tuvimos el acuerdo de ir directo al motel a tener sexo, salvaje y cochino pero hacer el amor como si tuviéramos que repoblar el planeta de nuevo pero con puros genes chilenos weon, me chupó el pico tanto y tan rico que casi me vengo antes de tiempo... no quise decirle nada en ese momento para no cortarle la inspiración pero me sentí como en el paraíso por cada succión que hacía en su boca, esa carita tampoco refleja mucha inocencia ahora es mi esclava sexual!

Compañera vendedora de Ripley con ganas de comer pico a la salida del trabajo

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