Mi amante es una vecina pero se ha mudado a Concepción así que ya no es propiamente dicho mi vecina pero lo fue por mucho tiempo y siempre le digo así, cuántos recuerdos que tenemos juntos porque también fuimos buenos amigos pero por esas cosas de la vida nos re-encontramos en un supermercado de Santiago y luego de una bonita charla acabamos en mi casa, ella estaba cansada y me pidió que le diera unos masajes pues por su trabajo sufre dolores de columna, todo iba bien pero el deseo se incrementó y tuve la osadía de sacar mi pico sin que se diera cuenta pero cuando le quité la ropa ya le di la culiada tan rica pero tan profunda y dura que la dejé como brocheta de carne, pobrecita la mina pero con ese lindo cuerpo culiar es más que un placer.