Lilly Hall y su amiguita Jade Baker habían estado de fiesta, un carrete en el que bebieron y bailaron hasta terminar muy agotadas, era tarde y por eso la Lilly invitó a su amiga a dormir en casa, el pololo no estaba y ella se quedó con las ganas de cacha, bueno no tanto porque al menos una chupada de vagina le dieron, su amiguita estaba muy cansada, tanto que ni con caricias en las tetas se despertaba, Lilly no sabía si despertarla abruptamente, pero no dejaba de meter el dedo en la chucha de su amiga hasta que finalmente se despertó y se amaron, Lilly consiguió su objetivo de sentarse en la cara de su amiga, ni ella misma entendió bien cómo llegó a ese punto, pero lo disfrutó mucho. 

Lilly Hall no pudo resistir y manoseó a su amiga dormida

Mira más vídeos XXX