Entendemos que la perra lo hace por un despecho, una decepción porque tras varios intentos de cacha dura, Veronica se dio cuenta que su pololo no daba la talla para semejante hembra y le escribió un mensaje diciéndole la razón del por qué lo dejaba, ella estaba dolida, triste, pero la vida es así, su culo necesita la pichula de un verdadero semental y por eso contrató los servicios de un gigoló que le garantizaba que se la iba a culear hasta sacarle las entrañas, con la chupada de chucha ya ella estaba perdida en medio del placer, el weon le agarró el poto y en la clásica pose de perrito reventó a la mina con ganas, era lo que ella pedía y a una hembra así de rica le cumples de todo. 

Con dolor en el alma Verónica Leal disfrutó una verga de verdad

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