Verónica Rodriguez sabe que es un momento ideal y lleno de tensión en el que debe sacar cara por su país, la venezolana no podía esperar más, esta morenita estaba en el Uber con su pololo esperando llegar de una vez a su mansión, para coger y hacer cositas prohibidas, pero atentando contra la moral de quienes estuvieran cerca en esa transitada avenida, ella pensó para sus adentros "es buen momento para mamar pico, podrían verme pero soy golosa y no aguanto", en efecto la mina no aguantó y puso esa verga de su estado gelatinosa su estado sólido, sonrió y cuando llegaron a casa la mina sintió con más intensidad la pichula entrando por su sapo, es toda una aventurera.