Nuestra querida Vanessa Phoenix estaba en un dilema, una cosa que no podía resolver ella sola así que acudió a casa de uno de sus mejores amigos y quien otrora le rompiera bien el culo, pero la amistad no se pierde, la jovencita ya tiene pololo y lo ama, pero a veces se siente con la necesidad imperante de mamar pichulas de chicos a quienes conoce en carretes y esas cosas, es su edad, ella es una maraca de temer pero dulce y adorable... eso no cambiará nunca, Sean Lawless le aconseja bien, sin embargo la mina al sentir esa protección de hermano mayor recuerda lo cabezona y grande que tiene la pichula este weon y hace justamente lo que no debe, chupa con un gusto indescriptible el pico del calvo, ama esa verga la mina, sabemos lo que pasa después, esta perrita es imparable!