Fui muy hospitalario con las dos, desde que llegaron a Santiago y durante toda su estadía para que se sientan cómodas y vengan la próxima vez con más minas, las brasileñas son voluptuosas y eso me encanta, a estas dos perritas me las culié pero antes de que las dos me entregaran el culo para tirar como dios manda me hicieron una petición extraña para mí en ese momento, me dijeron que las grabe y que guardara silencio, lo que pasó después fue que hicieron unas tijeras lésbicas como nunca antes en mi puta vida había visto! La pichula me iba a explotar por la erección pero tuve que dejarlas ser, qué rico fue ver a estas dos preciosas tatuadas gozando con sus vaginitas.