Todos quisiéramos un mundo de paz y amor, pero a veces para lograr eso hay que hacer las cosas con fuerza, ser firmes y tener las armas listas para combatir al enemigo, Monique Alexander fue delegada de una misión de alto riesgo al ser enviada junto con su amiga a una base militar donde soldados inexpertos querían aprender las artes de la guerra, ellas estando en el lugar se comportaron con rudeza y no toleran gente aweonada, escogieron a uno de ellos para ver si además de la escopeta también tenía la verga lista para complacer a minas como ellas que también hay en la milicia y por lo visto sí, las perras fueron algo duras y agresivas pero se ganaron unas buenas mamadas de tula.