Le dije a mi polola que tenía los cocos un poco más grandes de lo normal, porque estuvimos una semana sin vernos pues la mina estaba estudiando, me dijo que tenía un remedio perfecto para esa inflamación de  huevos, primero nos besamos pues nos amamos y toda la weada esa... saqué el pico y aprovechamos la oscuridad de la noche para hacer cosas sucias, pero sobre todo ella, me agarró el pico y puso su cabeza detrás de mi poto para chuparme desde ahí estos cocos, qué rico fue, luego se fue a descansar, no había dormido bien... fui y qué lindo se le veía el poto dios mío! me la cogí mientras ella solo disfrutaba.