Mientras en otras partes del mundo otros sobrevivientes también tratan de erradicar esta plaga zombi, aquí vemos a un buen hombre que vio su vida destruida por estos seres del inframundo, putrefactos entes que solo viven para devorar a otros cual caníbales, pero él no se dio por vencido y salió a las calles para aniquilar a estas criaturas, todo bien hasta que se topó con estas dos zombis que en vida fueron maracas muy queridas en su vecindario, ese instinto de mamar pico lo conservaron y el tipo usó con ellas su pichula como arma, ellas lo dejaron de mamar porque les aliviaba el dolor, incluso podridas saben cómo mamar bien el pico las muertitas!