Pobrecilla la Sydney Cole, uno piensa que estos weones no debieron ser tan bestias con ella, pero la mina se robó mucha plata de lo que ellos habían estado guardando, la mina no quiso decir dónde la tenía, seguro ya la habría gastado y por ese atrevimiento su culo pagó caro, aunque ella no parece estar pidiendo que paren, por el contrario llega un momento en el que de tantos azotes en las tetas, cara y culo ella dice que le gusta y que quiere más, soberbia doble penetración que se ganó la chiquilla, algunos podrían pensar que es demasiado, pero cuando estas rubias se sienten sodomizadas y ante la inminente culeada, su cuca se prepara automáticamente y aguantan las más severas cogidas!