El weon se disfrazó de criminal para asustar a su polola, una mina linda e inocente de toda culpa pero el tipo para calmarla tras el susto inicial le mostró su rostro, era el pololo o un amigo pero era un rostro familiar para ella por lo que aceptó dejarse tocar las tetas y el culo, pero este weon se metió tanto en su personaje que no pudo evitar atar de manos y piernas a la mina en la cama, la perra se volvió a asustar porque pensó que sería cruelmente aniquilada pero el tipo solo quería sentir el placer de tenerla sometida para comerle la chucha y robarle algo de la poca inocencia que tenía todavía en la chucha, la maraca poco a poco cedió y le mamó el pico a su ladrón.