La mina se llama Samantha, es su boda, un día importante que nunca olvidará, pero ocurre que algunas... no todas, pero algunas novias se sienten especialmente excitadas y putitas en este día tan importante, pueden ser los nervios antes de subir al altar, no lo sabemos, lo que sí es cierto es que ella estaba posando para las fotos, hasta que la conversación subió de tono y el fotógrafo se dio cuenta del estado de calentura de la mina así que quiso probar un poco de esa hermosa piel, eso de "puedo darle un beso a la novia" se convirtió en "le voy a meter el pico a la novia" y así lo hizo, ella se convenció de que era lo correcto cuando le agarró la pichula, la mamó, la sintió en su chucha, luego fue a dar el importante "sí, acepto".