Parece que Ginger Elle estaba sin efectivo y pensó que podía pagar con tarjeta, pero este taxista solo acepta la platita contante y sonante así que a ella no le quedó más remedio que pagar ese viaje con algo sexual, la mina siempre está preparada para todo, tenía debajo de su ropa una lencería roja que pone el pico duro a cualquiera, el conductor no quería ser muy brusco con la mina pero merecía pagar el servicio y lo hizo muy bien, se estacionaron y a ella se le hacía agua la boca, más cuando esa verga estaba ya entrando en su boquita, la pobre rubia no podía soltarla, encontró un nuevo vicio, sintió que por algo pasan las cosas en esta vida. 

Rubia quedó enamorada de su taxista y le mamó la tula

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