El nombre de esta rubia es Kennedy Kressler, ella sabía que el gloryhole es un lugar de perversión y cualquier cosa puede pasar, le puede tocar un pico pequeño como uno enorme, es una ruleta rusa, ella sentía nervios, pero para relajarse un poco se frotó la vagina aunque tuviera el calzón blanco y puro puesto, tuvo suerte, fue uno de los días más afortunados para ella ya que no pasó mucho tiempo para que ese pico aparezca, era uno negro y enorme, grueso y de punta gorda, la mina se acercó tímidamente, se preguntaba "eso me voy a comer? qué rico!", porque la agarra y no la suelta, quiere besar al moreno detrás de la cabina, pero no puede, lo que sí puede hacer es chupar con pasión esa tula, la perra fue feliz. 

Rubia coqueta se siente afortunada al ver enorme verga en gloryhole

Mira más vídeos XXX