Las dos maracas la estaban pasando bien, relajadas en la piscina lanzándose chorros de agua y sin necesidad de picos para disfrutar, pero entre juego y juego ellas recordaron las buenas culiadas con sus machos pero al no haber uno cerca empezaron a jugar con sus cuerpos, chocaron sus tetas y pudieron sentir lo blanditas y ricas que las tienen, pero la cosa se fue poniendo más intensa a medida que jugaban, entonces la amiga de Romi empezó a chuparle la chucha a su amiga, estaba seguro con un poco de sed y disfrutó de los jugos con sabor a fresas que salían de la vagina de Romi y luego ella hizo lo mismo, qué lindo ver a las dos weonas jugando así con sus cuerpos.