El marido de Reena confió en ella, pero la mina falló, ella estaba sola en casa mientras dos trabajadores pintaban la fachada de la casa, ella se olvidó que había dejado la ventana con la persiana abierta y los morenos la vieron totalmente desnuda y pensaron que una oportunidad así no se presenta dos veces y decidieron actuar, la sedujeron y Reena estaba tan excitada que no fue nada difícil convencerla, ella rápido ya estaba con esos dos picos negros en su vagina y otro en su boca, por la forma en que se movía y agitaba las tulas podemos ver que en efecto, esta maraca ya estaba mareada al sentir dos pichulas que siempre soñó, ama a su marido pero vergas así la vuelven loquita de felicidad.