Allie James estaba muy entusiasmada porque la aceptaron en el equipo de porristas, estaba tan feliz la puta que le enseñó algunas rutinas a su amigo afroamericano quien se deleitaba viendo a esta muñequita linda mostrando el culo a la vez que se movía tan bien, ya estaba a punto de mamarle la tula hasta que apareció la madre y se decepcionó un poco, la vieja no esperó que su pequeña princesa fuera tan maraca, pero entendió que la mina ya es grande y está experimentando y disfrutando de los placeres mundanos, fueron a casa donde la rubia le pudo mamar con propiedad la verga al negro, de paso la vieja también recibía su ración de pichula. 

Porrista chupa pichula negra con la asesoría de su madre

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