Qué jugosas tetas tiene mi ex esposa!

Todavía extraño a la pendeja, cuando nos casamos le chupaba las tetas todos los días, era lo que más me gustaba hacer y luego comerle su chucha también era una delicia, pero la mina tenía muchas cosas que ya no pude soportar y así amigos, a veces hay que dar la vuelta a la página para seguir con nuestras vidas, pero unas tetas así no se olvidan, así que en honor a ese buen par de melones los dejo aquí para que levanten los ánimos.

La mina vive ya lejos de mí, en Arica y yo todavía hago mi vida en Concepción, ese babydoll lila se lo compré, la mina siempre lo usaba porque dejaba ver su rico sapito, qué buenos recuerdos de la mina, el weon que se la debe estar cepillando ahora debe estar feliz.