Morgan Rodriguez estaba en casa de su pololo, la mina ya conocía a su suegro desde mucho antes, pero esa ocasión fue diferente, el viejo recordó sus años de juventud al ver el esbelto cuerpo de esta aorrita, "qué deliciosa nuera tengo" pensaba el viejo, el pololo no se imaginó que su padre tenía tantas ganas de comerse a su putita, pero valgan verdades la mina estaba suculenta, ella se dio cuenta de la calentura del viejo y lo que pareció al principio ser solo unas caricias y una conversación familiar terminó en una cacha adúltera, ella cedió cuando el viejo le estimuló la chucha, lo hace lento pero bien el viejo, cuando vio su pico ya la mina no pudo parar, solo quiso chupar... el desenlace fue dramático pero la perra gozó al final de cuentas.