Emily Willis también piensa que es su día de suerte, la mina salió a pasear un rato al monte aprovechando que vive cerca de unas lindas colinas, se encontró con un montañista quien a su vez la reconoció, la hermosa Emily hozo una química instantánea con el weon, ella fingió estar perdida pero no, solo quería conocer un poco más a su nuevo amigo quien podría enseñarle más sobre exploración, pero lo que exploraron ese día a profundidad fue la chuchita increíble de Emily, ella lo quiso complacer aunque apenas lo conoce, ya saben cómo es ella, ese plano de su vagina humedeciéndose por la excitación es fenomenal, ella sonríe porque sabe las marranadas que está haciendo, se gana un buen pedazo de pico bajo la promesa de más tarde salir a recorrer los alrededores.