Era un día tormentoso, la mina estaba con frío y con miedo por el cambio tan brusco en el clima, pero para suerte de ella Mandingo estaba cerca, le hacía compañía, ella tenía pensado tener una buena cacha con él pero no pudo esperar y estaba con frío por eso agarró la pichula del moreno y se puso a mamarla, ella estaba acompañada de su amiga, la otra grababa todo pero al parecer también se metía el dedo en el sapito porque ver el pico de ese moreno en modo palo la ponía cachonda también, ella mamaba la tula y su amiga balbuceaba cosas, todo ese tiempo que pasaron juntos se la pasó con el pico en la boca y no lo soltaba ni siquiera para compartir esa tula con su amiga, al menos se calentó y se sintió protegida de los embates del clima.