Ella sabe que me excita verla con su traje de gimnasta, siempre que tiene un campeonato voy a verla, o si solo está haciendo sus rutinas y entrenando si puedo voy a contemplar su esculpido cuerpo, pero nuestra amistad ya ha llegado a un nivel en el que necesito tenerla cerca de mí, ese cuerpo atlético necesita de la pichula gorda de un macho como yo no vaya a ser que de pronto la perra se encame con una de sus amigas y la perdamos, pero eso no pasó y cuando llegué a su casa, ella ya estaba con ese traje que me encanta y me la puso dura al tiro, con su cara de perra excitada me la empezó a mamar hasta sacarme los mocos y casi queda cegada por tanto semen.