Hace un par de meses me apunté a un gimnasio que está en Santiago y me lo recomendaron muchas amigas a quienes veo muy en forma por cierto, eso me animó porque quería verme así de linda para atraer machos de buena verga, pero lo curioso es que fue mi personal trainer sería quien me diera buena cacha, pero al principio no fue así, entrenaba todos los días hasta que una mañana él me ayudó con ejercicios de estiramiento y de pronto sentí algo duro rozando mi espalda y luego mi culo, lo único que recuerdo después es que ya se la estaba mamoneando como es mi deber como maraca, ay no sé qué más decir pero fue bien rico y la tiene bien musculosa.