Le dije a mi esposa que no debíamos hacer esto, eran días para estar en familia y no haciendo weadas como éstas pero ella me decía que nuestro redentor dijo que nos reproduzcamos y todo ese mensaje de paz, se puso su máscara de conejita y me dijo que imagine que soy una chica de Playboy tratando de sacar mi leche divina para ser bendecida, me agarró la tula justo cuando yo me aprestaba a descansar pues rezar tanto me da un poco de sueño, pero ella vino y me la agarró para empezar a jalarla como si fuera una bomba de agua, no me decía nada pero supe que nada la detendría, dejé que satisfaga sus instintos y la perra sí que me sacó harta leche divina, la cual después lamió y saboreó. 

Mi mujer es una conejita pascuera adicta al pico

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