Esta señorita es japonesa pero vive en Santiago desde hace varios años, es experta masajista, pero tiene un servicio especial para varones que es la depilación de la tula y los cocos, no lo dice mucho pero me lo recomendaron unos amigos, al principio no quise, me sonaba raro, pero cuando finalmente me animé me di cuenta que me estaba perdiendo una experiencia increíble, lo bueno para ella es que mi pico es grande y siempre listo para la acción, pero traté de controlarme aunque queda claro que no, la mina me dejó la tula más limpia que nunca y al final me masturbó, yo quería cogérmela pero solo pude sentir sus suaves manos sacándome la leche, qué rico.