Mi hermano dejó su PlayStation encendió y me dieron ganas de jugar, a él no le gusta compartir, es malo! pero se olvidó y me la pasé un buen rato jugando, puse la cámara porque a veces me grabo o transmito directos cuando puedo, de pronto sentí que el mando tenía unas vibraciones que ya sé de qué son, solo que empezó a rozar mi vagina, lo sentí tan rico y ni cuenta me di, hasta que volví en mí y empecé a meter más y más el mando de la consola y fue como tener un vibrador en la chucha, fue muy rico y por poco me lo meto todo entero... fue rico, mejor que el pico de mi pololo, luego lo limpié para que mi hermano no sospeche.