Marsha May como toda mujer emprendedora se ha unido a este modelo de negocio que consiste en instalarse en alguna calle con un auto adaptado para servir al mismo tiempo como restaurante móvil de comida rápida, pero como sabemos que a la mina le gusta la pichula en exceso pues lo que hace es tener medio cuerpo afuera para atender los pedidos de la clientela mientras que por dentro además de cocinarse los sandwiches, perros calientes y bebidas, también está el macho de la rubia metiéndole vibradores de todo tipo en la zorra y en el culo, es una difícil tarea para ambos pero ella se las arregla para dejar satisfechos a sus clientes y quedar satisfecha ella misma.