Marina Visconti es una rusa hermosa y de tetas jugosas, pero por alguna de esas cosas inexplicables de la vida se perdió en algún lugar de la inmensa Rusia y por suerte logró que un conductor la ayudara antes que el sol cayera, la mina estuvo muy agradecida con el weon por haberla recogido porque hay muchos peligros allá afuera, sin embargo el tipo al hablar con ella se dio cuenta de que había recogido un ángel caído del cielo, ella fue obediente y agradecida con él mostrando primero sus tetas, el weon empezó a insistirle para que le tocara el pico y lo masturbara y ella aceptó, le gustó tanto sentir ese palo caliente que luego le pidió que se la meta por la chucha, una maravilla de mina es Marina.