No parece, pero lo es, se llama Gaia y ya es una mina madura, pero hasta hace pocos años la chiquilla era una dulce ama de casa que trataba de aprender a hacer las cosas en la cocina para luego dedicarse al arte y otras actividades, pero llegó el macho con los cocos llenos de crema especialmente para ella, la mina tuvo que parar un momento porque su adicción a la pichula es severa, debe ponerse a pensar y concentrarse para resistir la tentación, pero cosas picantes le dijo el culeao porque al tiro le quitó la ropa interior y empezó a cogerse a la mina sin miramientos de ningún tipo, a pesar de sus alaridos de terror, esa mina sí que estaba buena para cogérsela ahí mismo, los sonidos sexuales de su vagina son hermosos.