Cosas irregulares pasan en este centro penitenciario, el guardia se deja sobornar para que el marido de esta hermosa rubia pueda ir a visitarla en días no permitidos y darle pico, el sexo era buenísimo para la parejita, lo que pasa es que la vida criminal los ha llevado a estar separados, pero nada que el vil dinero no pueda solucionar y como es de esperar la prisionera no tarda en mamar con amor la pichula del marido, lo ha echado mucho de menos y se nota, la perra estaba gozando tanto que le pidió al marido que invite al guardia, lo ha notado muy solo y triste y qué mejor que ser partida por dos picos al mismo tiempo, se armó tremenda culeada para la rubia! 

La visita conyugal a esta prisionera se salió de control

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