Esta hermosa señorita fue contratada para ocuparse de los quehaceres de la casa, en algún hermoso lugar de la fría Rusia por supuesto porque ella es de allá, es increíble cómo apenas empieza el día y Natalia empieza a frotarse las chucha y las tetas, parece que no sabe que el jefe está cerca aunque tampoco creo que le importe mucho, ella estaba con tantas ganas de pico que cuando aparece el patrón ella le pide que por favor le deje roja la vagina, lo necesita, no quiere meterse el plumero y este valiente soldado la revienta como ella se lo merece, ya luego habrá tiempo de limpiar, ese fue el momento de culear!