Me dijo antes de meternos a mi pieza que en su vida había visto muchos picos, de diferentes tamaños y que le excitaba el solo pensarlo, yo la verdad estaba cansado de escuchar sus historias, la perrita necesitaba tener algo en la boca para callarse un poco, además sabía yo que la mina iba a quedarse estupefacta con la tula que tenía para ella, muchas minas se han enamorado de mí a causa de esta verga, ella no sería la excepción, la perrita apenas la vio chupó sin parar, lo hace muy bien, me encanta el amor que le da a mi pico con su boquita, se nota que la felación es una de las cosas que más disfruta hacer, fueron varios minutos de solo chupar tula, qué rico lo hizo y seguro después de esto ya no busca más, se queda conmigo.

La maraca no había visto pichula tan grande en su vida

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