Se trata de un fragmento de la película porno "Clásico sensacional Janine" de 1975, de cuando la mayoría de nosotros no habíamos nacido pero esta perrita ya se la estaba pasando de lo lindo con el sacerdote en un convento, entendemos que la mina a pesar de estar a punto de hacer sus votos de castidad se masturba como loca, su espíritu pide paz y amor celestial pero su cuerpo pide placer sexual, minutos después durante la cena y tras una conversación algo tempestuosa la hermana Josephine termina comiéndole toda la pichula al viejo, ambos saben que nadie debe verlos, es pecado... por eso el viejo la lleva a la pieza para comerse con total libertad el pecador culo de la dulce Josephine.