Fui a Temuco a visitar a mis abuelos, es importante siempre estar junto a la familia en los momentos buenos y malos, pero bueno me aburrí un poco y algunos amigos que tengo por ahí me recomendaron contratar los servicios sexuales de una maraca bien bonita y tetona del lugar, bueno pensé que no sería tan malo y mi polola en Santiago no se enteraría, no me equivoqué y lo mejor es que mis amigos tuvieron razón también, esas tetas me hicieron sentir más que bien, aunque luego de frotar el pico en su mojada chucha noté que la tenía peluda y parecía una jungla llega de peligros y sorpresas, pero qué rico se movía la perra cuando ya la tenía penetrada.