Esta es una de esas historias que transcurren en el campo, todo parece aburrido ahí, pero lo cierto es que cosas muy pervertidas y divertidas ocurren, se trata de una familia que tiene un terreno en el campo y trabajan la tierra empleando a unos africanos muy trabajadores quienes se encargan de arar toda esa tierra fértil, el problema es que las hijas del dueño del rancho han crecido y necesitan calmar sus inquietas hormonas, debajo de tantas faldas hay vaginas ansiosas de placer y a pesar de las advertencias del padre ellas entregan sus virginales culos a esos morenos dotados, no pueden evitarlo, incluso la madre quien en principio les advirtió que no lo hicieran, resultó ser más puta de lo que ella misma creyó.