Esta gordita estaba buscando un lugar tranquilo en una paradisíaca playa del mediterráneo, el día estaba soleado y los lugares eran de verdad muy bonitos, pero la gordita no dejaba de mover el culo poniendo así a su pololo como un animal salvaje, como un cavernícola del sexo, aunque ella no se quedaba atrás, habiendo ya encontrado un lugar perfecto para broncearse y darse un refrescante chapuzón, pero antes de eso ambos saciaron esas ganas de tener una buena cacha, quién diría que una mina así de corpulenta pudiera moverse con tanta soltura!, ese weon tuvo paciencia para no empujarle de una vez la tula a la gordita y se nota que le gustó, incluso llegó a rugir de lo rico que sentía teniendo clavada a su robusta polola. 

Gordita culona pide pichula en una paradisíaca playa

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