La mina estaba leyendo un libro, como buena amante de la cultura nutría su cerebro con libros de historia y demás, pero al entrar en un profundo sueño no se percató de que un asiático irrumpió en su pieza, el pervertido empezó primero a olfatear su vagina para ver si estaba apta para procrear, le encantó el olor a mariscos que emanaba de la chucha de la mina, pero en lugar de meterle el pico por ahí se lo metió por la boca, de pronto la mina a pesar de sentir un rico sabor en la boca, se despierta y castiga a su vecino, le da patadas y golpes en el pico, pero no sirvió de nada porque luego le pidió que terminara de cogerla.