Sé que el día que nos casamos le juré en el altar serle fiel hasta que la muerte nos separe y toda la wea, pero con el tiempo las palabras se las lleva el viento, suena duro y frío pero es la verdad, la vida me ha enseñado que las cosas no siempre salen como una quiere, además él ha culeado con la vecina una vez y no sabe que ya me enteré, el otro día estuve regresando a casa en un Uber y el taxista me cayó tan bien que le invité a pasar, mi amado esposo no estaba, nos sedujimos entre los dos, nos caímos bien, tanto que a los pocos minutos estábamos ya culeando rico, lo hace mucho mejor que mi marido, halagó mucho mi culo, fue lindo ese weon.