A mí mis padres me inculcaron valores, hay que ser solidarios y ayudar al prójimo, hacer el bien sin mirar a quién y esas weas, por eso cuando vi a esta linda venezolana vendiendo arepas cerca de la plaza le compré dos y bueno tenía hambre, empezamos a hablar y me hizo saber de su urgencia por conseguir un lugar dónde quedarse, yo tengo espacio en mi casa y le dije que podía quedarse unos días hasta encontrar algo, ella me abrazó y derramó unas lágrimas diciéndome que soy un ángel para ella, su salvador, pero nada es gratis en esta vida y ella lo sabe, esa noche mientras su bendición dormía nos desnudamos en mi pieza donde le rompí la cadera de tanto culear. 

Esta venezolana necesitaba alquiler y yo sexo, nos entendimos bien

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