Necesitaba compañía femenina weones, mi polola estaba al sur de Santiago con sus viejos y no estoy acostumbrado a pasar tanto tiempo sin sus caricias, le pagué una buena cantidad a esta maraca que encontré en una página de escorts, ya saben cómo es la cuestión, a veces es suerte que te toque una perra de verdad cariñosa y hay otras que parecen maniquíes, pero me tocó una golosa que al verme el pico me dijo que la tengo doblada y rara, pero grande y dura y eso le gusta, no pensé que la iba a chupar con tanto amor, de verdad le gustó! esa mamada fue mejor de las que hace mi polola, el poto de la mina también estuvo disfrutable.