A mí antes no me gustaba la idea de pagar por sexo, siempre preferí jotearme a las minas para estar con ellas, pero hay que ser sinceros eso como que no me daba mucho resultado que digamos, mi pico me pedía vagina así que tomé cartas en el asunto y me puse a buscar en google minas en Santiago, no tengo nada en contra de mis compatriotas chilenas pero buscaba algo diferente, así contacté con Francesca, una mina de República Checa y que radica en nuestro lindo país, qué hermosa la pendeja!, si no fuera escort la invitaría a salir sin pensarlo, por dios qué mujer!, le hablé en inglés para comunicarnos bien y vaya que la mina usó bien su boquita, pero para comerse esta gruesa tula!, desde ahora la llamo al menos una vez al mes.