Con algo de verguenza debo admitir que yo también tuve mi época de emo, me sentía triste todo el tiempo, deprimido y solo veía las cosas de la vida de forma negativa hasta que mi viejo me sacó la chucha a patadas y desperté de ese letargo, pero recuerdo que en ese tiempo me gustaban mucho las minas de estatura baja, mientras más pequeñitas mejor, tuve suerte de conocer a esta mina, una linda enana con la que me llevé tan bien que una noche tras tomar una botella de vino me la culié, creo que no debí de subestimarla porque a pesar de su pequeño tamaño me montó el pico con unas ganas increíbles, lástima que en ese tiempo la cámara de mi celular fuera una caca pero creo que vale la pena recordar a esta minita.