Pero Abella no estaba sola, la mina estaba con la hermosa Rebeca Linares, las dos siempre viven el espíritu de la Navidad con un estilo único, aquella vez fue algo que ninguna de las dos olvidarán, estaban especialmente excitadas, con sus trajes de minas pascueras y junto al arbolito, estaban felices esperando la llegada de los reyes magos y toda la weada, ellas mandaron un mensaje de paz, amor y placer mamando picos de sus amigos que llegaron y al tiro las dos chuparon como dos perras esas vergas, en especial Abella movía bien el culo, siempre lo hizo así, las dos pensaron que comer verga era lo mejor para celebrar ese especial día, ahora echamos mucho de menos a ambas, en lo personal a Abella.