No estaba de viaje ni nada de eso, solo tenía que hacer y no tuve tiempo por un par de semanas para empujarle la pichula a mi polola, claro que sentí la necesidad de culiarla por la boca como suelo hacerlo para tenerla bien alimentada de pichula pero el deber es primero... en cambio ella sí que estuvo bien ocupada dándole mucha acción a su linda vagina, me enteré que se compró un dildo raro con sabor a fresa, no sé cuánto le habrá costado pero no dudo que mucho, sé que la wea tiene sabor a fresa porque ella misma me lo dijo cuando le pregunté sobre el juguetito... me dijo que no me moleste porque nada podrá reemplazar la dureza de mi pico, qué graciosa la maraca.

El choro de mi polola probando un dildo con sabor a fresa durante mi ausencia