Daphne Rosen no es una chica materialista, no es interesada, pero nunca está mal pedir un paseo en bote, después de todo es una de esas cosas que se tienen que probar alguna vez en la vida, disfrutar del atardecer en el mar y esas cosas, ella se acercó al dueño de esta embarcación y el viejo ya estaba por anclar el bote, pero viendo el culo de esta gordita y sus ganas de complacerlo, la llevó a un hotel barato cerca del puerto para hacerle una merecida chupada de vagina, después ya podrían pensar en pasear, eso estaba asegurado para ella, pero hay que hacer mérito, la culona después de rebotar rico encima del weon se dejó tirar, cosa nada fácil con ella pero ese enorme poto lo vale!