Es la segunda vez que duermo con mi hijastro y pensé que no pasaría nada, después de todo nos llevamos bien y además lo hacemos porque hace un frío terrible y mi marido está de viaje, nos damos calor aunque suene raro, pero también lo hago porque los dos tenemos miedo a la oscuridad y si nos hacemos compañía nos sentimos más tranquilos y podemos dormir, pero este weon me atacó a traición porque cuando ya estaba por quedarme dormida sentí una cosa dura y de forma tubular rozando mi poto, sé que él se graba con sus amigas de los carretes pero nunca pensé que conmigo también lo haría, me culeó rico el bastardo.