Por lo que vemos la perra no se aguantó las ganas de tocarse la vagina y jugar con su dildo sabiendo que su sobrino estaba cerca, el chiquillo estaba de visita, qué delicia debe ser visitar a una tía así!, la mina le pidió al weon que espere un momento para darle de cenar, pero él olfateó el aroma a chocho y es normal, cuando la zorrita se estimula el sapito el olor a sexo es intenso, el chiquillo aparece y se queda sorprendido, ella pide disculpas, sabe que no es la única en ser descubierta con las manos en la chucha, se ofrece a chuparle la tula y pasa lo que pasa!, el weon le saborea el sapito a la rubia y ella lo goza como si fuera su amante y no su sobrino.