Mi polola tiene unas tetas demasiado ricas, no son grandes como melones pero tendrían que sentirlas como yo las siento cuando las agarro, las masajeo con tantas ganas y no puedo dejar de aplastarlas porque me da un placer increíble y ella siente lo mismo por mi pico, si no lo tiene en la boca lo quiere tener en el choro, aquél día en que grabamos esto tiramos en las afueras de la ciudad y en casa, ella no está tranquila si no la tengo empalada, monta como una jinete profesional esta mina, por suerte nadie nos vio aunque si nos hubieran visto seguramente seguíamos culiando como cerdos!

Culiando a mi polola de ricas tetas en el bosque

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