Gina llegó a ese lugar guiada por su instinto, no sabía muy bien a dónde iba, sus amigas le habían dado las indicaciones pero la mina no se ubicaba bien, pero logró encontrar el lugar, cuando entró vio con mucha curiosidad los objetos que ahí estaban, la perra se preguntaba si todo eso le meterían en el culo, hasta que llega el verdugo del sexo, Bruno Dickems... él no se anda con weadas, le pregunta a Gina si está dispuesta a probar cosas nuevas sin quejas, ella aceptó y la tomó del cuello, ella se asusta pero supo que su culo disfrutaría de la verga de ese tipo, casi llora, sufrió, dan ganas de darle cariño, pero la zorrita es fan del sexo fuerte, pudo sobrevivir.